HISTORIA DE SANTA EULALIA HUEHUETENANGO / YAB'IXAL JOLOM KONOB' YUL YET CHINAB'JUL

 


 

Historia de Santa Eulalia

 

Según la tradición oral de Santa Eulalia, el sitio original de asentamiento del pueblo fue el valle de Pett, pero al explorar no se encontró ningún resto de edificaciones. En el lugar donde sí se encontró fueron ruinas precolombinas y una iglesia colonial en Paykonob’ (6 kilómetros de Santa Eulalia de la cabecera municipal actual). Dicho lugar fue abandonado (se ignora la fecha) a consecuencia de los ataques de los indígenas lacandones y el pueblo se instaló en su sitio actual, por las facilidades que presentaba para defensa. Hacia el año 1600, Santa Eulalia era un pueblo dependiente del convento de Chiantla y estaba a cargo de los misioneros de la orden de Nuestra Señora de la Merced (mercedarios).
 
También se menciona una hermosa leyenda sobre la imagen de la virgen de Santa Eulalia, y que se relaciona con el traslado de Paykonob‟ al actual sitio de Santa Eulalia, lugar que fue escogido por la Santa para protegerlos de los asaltos de los kab’nales (lacandones). Otro hecho importante citado, se refiere a las actividades de los padres de la Misión Maryknoll, quienes llegaron en 1943 y fundaron una escuela parroquial y la primera clínica que hubo en el municipio. También introdujeron el uso de semillas mejoradas de trigo y promovieron la organización de la primera cooperativa, la Cooperativa Agrícola de San Dionisio, en 1964. En 1963, los misioneros Maryknoll descubrieron en diferentes municipios de Huehuetenango nueve códices o manuscritos musicales (seis de ellos en Santa Eulalia), que fueron copiados por músicos indígenas a finales del siglo XVI y principios del XVII (alrededor del año 1600). Dichos códices contienen un gran repertorio de música de famosos compositores europeos del siglo XVI y aportes musicales de los maestros de capilla indígena, que copiaron y armaron las colecciones de música. En los códices hay música sacra en latín y música profana (villancicos y piezas instrumentales) en español, Q’anjob’al y otros idiomas indígenas. Uno de los códices de Santa Eulalia es firmado en 1582 por el maestro capilla Francisco de León



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